Demostrar un buen desempeño sexual es uno de los objetivos principales al momento de tener relaciones, pero ¿Qué sucede cuando este cometido se ve perjudicado por factores psicológicos, considerando que el acto sexual es primordialmente un hecho mental?
La ansiedad por el desempeño sexual es un cuadro clínico que se caracteriza por el alto nivel de estrés y angustia que produce la inminencia de un encuentro íntimo.
La consecuencia es un bloqueo físico y emocional. Un hombre o una mujer que no padecen ninguna disfunción sexual en determinadas situaciones se ven a sí mismos como presentando examen en la intimidad por la contraparte o por ellos mismos.
¿Cómo se ve afectado el desempeño sexual con la ansiedad?
El autoconocimiento, una buena comunicación y el ejercicio físico ayudarán a combatir la angustia respecto al sexo
La sexualidad no es un mecanismo automático, sino una función más del cuerpo humano que se ve impactada por la cotidianidad, el estado de ánimo, el trabajo, la relación de pareja, entre otros aspectos.
El resultado de experimentar inquietud ante el sexo es que se cumple el miedo anticipado y aparece una disfunción. Los hombres -los más afectados- pueden tener una falla eréctil o el descontrol eyaculatorio y las mujeres pueden sufrir la falta de excitación o de orgasmo.
Por otro lado, cuando en la intimidad aparecen cuadros de ansiedad y estrés suelen darse aumentos de las hormonas prolactina y cortisol. Esto, a su vez, origina la inhibición o disminución del deseo y, por tanto, merma el desempeño sexual.
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Causas de la ansiedad
Existen algunos aspectos que pueden generar ansiedad e influir en el rendimiento sexual de una persona. A menudo, las experiencias anteriores están relacionadas con este tipo de problemas, pero las causas pueden ser muy variadas. Identificarlas ayudará a enfrentar esta dificultad y superarla con éxito.
- Problemas económicos, pérdida de empleo, deudas o relaciones conflictivas en el ámbito laboral.
- Las redes sociales pueden detonar conflictos en la relación, así como un distanciamiento en la intimidad.
- Expectativas demasiado altas.
- En ocasiones, la falta de afecto y estima pueden influir en su desempeño en la intimidad, generando un círculo vicioso de ansiedad, hasta llegar incluso a la depresión.
- Padecimientos físicos como la diabetes, obesidad, hipertensión y afecciones cardiovasculares.
- Emociones negativas como la insatisfacción generalizada, estrés, enojo, remordimientos, rencor e, incluso, pena o tristeza, entre otros.
- La presión social es una de las causas más comunes de la ansiedad de rendimiento.
- La inexperiencia puede causar disfunciones sexuales menores que pueden conducir a la ansiedad.
- Encuentros sexuales vergonzosos. Las personas son muy sensibles acerca de sus habilidades sexuales, cuerpo y más. Cualquier cosa que perturbe esa sensibilidad puede llevar a la incertidumbre.
- Los problemas de desempeño sexual también son un efecto secundario de algunos medicamentos para la ansiedad.
- Hay personas que son ansiosas por cuestiones de su personalidad y, si nunca han hecho el amor en el pasado, a menudo se sienten inquietos al imaginarse el encuentro sexual.
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Qué hacer cuando la ansiedad afecta al sexo
Si no se realiza un tratamiento y esta situación se prolonga, puede desembocar en la pérdida del deseo sexual. Para superar este tipo de factores, existen abordajes que integran los aspectos médicos, psicológicos y sexológicos. También hay otras recomendaciones que se pueden cumplir.
- Adecuado conocimiento personal previo.
- Comunicar lo que se siente. Contarle a la pareja antes de tener sexo.
- A veces un trastorno sexual es solamente el síntoma visible de una incapacidad encubierta para el disfrute de la vida. Mientras esta no se modifique, la sexualidad continuará siendo deficitaria.
- Autovaloración, la valoración del compañero y la integración de los aspectos afectivos y espirituales.
- Los juegos previos ayudan. Si se recuerda que las relaciones sexuales van más allá de la penetración, se podrá satisfacer a la pareja en cualquier momento.
- Hacer el amor, no tener solo sexo.
- Lo ideal es que se encuentre a una pareja con la que se pueda tener intimidad a largo plazo. Así una persona podrá valorar más los sentimientos que el desempeño sexual.
- Cuidar el cuerpo, hacer ejercicio.
- Prácticas conductuales para controlar la eyaculación, como el método de masturbación pare y siga, que pueden mejorar la capacidad de durar más sin eyacular. Simulan la experiencia sexual y entrenan al cuerpo a reaccionar de cierta manera.
La función sexual está expuesta a trastornos durante toda la vida. Una buena comunicación en la intimidad, así como el conocimiento de la propia respuesta sexual y la confianza son claves para prevenir temores y dudas que generan la ansiedad respecto al desempeño sexual.
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