El placer y la satisfacción de la vida sexual son buenos para la salud de toda mujer. El sexo es una magnífica manera de reducir los niveles de estrés emocional y suele ser una experiencia de unión en la pareja que ayuda a fortalecer los lazos de la relación.
Además, se trata de un acto que genera mucha diversión.
Sin embargo, el sexo tiene sus riesgos. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) pueden causar malestar emocional, físico y mental. También pueden conllevar problemas médicos graves como la infertilidad.
Lo básico sobre las enfermedades de transmisión sexual (ETS)
El dolor pélvico crónico que generan puede afectar la manera en la que disfrutas, no solo del sexo, sino de la vida a diario.
No poder disfrutar del acto sexual puede hacer que veas el sexo como una tarea más que como un placer.
Tener una vida sexual sana requiere de mucho trabajo. Afortunadamente la mayoría de las veces el hecho de compensar tu salud sexual hace que valga la pena el esfuerzo.
Si eres una mujer sexualmente activa, estás en riesgo de contraer una ETS.
Cuantas más parejas hayas tenido, mayor es el riesgo. Esto no significa que no puedas contraer una enfermedad de trasmisión sexual, puesto que ni siquiera estás a salvo del todo incluso en tu primera vez.
La buena noticia es que existen maneras de protegerte de las ETS. No todas son infalibles, pero reducen el riesgo significativamente.
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Vacúnate
Actualmente existen dos tipos de ETS que pueden prevenirse con la vacuna: el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis.
Para prevenir el VPH hay dos vacunas: el Cervarix y el Gardasil. Cervarix protege contra el VPH 16 y 18, que suelen ser los que causan la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino.
Por su parte, Gardasil protege contra esos dos tipos así como de otros que causan la mayoría de las verrugas genitales.
Ambas vacunas son más eficaces cuando se administran en las mujeres que comienzan a tener relaciones sexuales.
Otra vacuna que no podemos olvidar es la de la hepatitis B.
Practica sexo seguro
El sexo seguro es la forma más eficaz para prevenir las enfermedades de transmisión sexual que se propagan a través de las secreciones infectadas.
Aunque el uso del preservativo es menos eficaz con las enfermedades transmitidas con el contacto de la piel, reduce su riesgo.
Esta práctica siempre sería una ventaja para protegerte. El uso constante de las barreras como el condón reduce la transmisión de enfermedades durante actos como el sexo anal, oral y vaginal.
Recuerda que enfermedades como el sífilis, VPH y el herpes pueden transmitirse durante el sexo oral.
Realízate las pruebas de las ETS
Las pruebas de enfermedades de transmisión sexual pueden reducir las consecuencias a largo plazo de una infección. Las enfermedades bacterianas como la gonorrea pueden llevarte a consecuencias graves como la infertilidad.
Concertar una cita para hacerte las pruebas en compañía de tu nueva pareja antes de iniciar una relación sexual es mejor idea de lo que te imaginas.
De este modo ambos estarán seguro de que no os estáis poniendo en riesgo el uno al otro.
Evaluar las enfermedades de transmisión sexual cada cierto tiempo te permitirá mantener el control en esta área tan relevante. Las ETS pueden afectar a personas de cualquier edad.
Incluso si has tenido un matrimonio monógamo o si eres una persona de la tercera edad, siempre existe el riesgo de adquirir una ETS si estás con una nueva pareja.
Realízate el Papanicolaou con regularidad
Esta debería ser una parte rutinaria de tu control de salud. Esta prueba detecta signos de cáncer de cuello uterino. Los cambios precancerosos pueden ser tratados antes de que se conviertan en un grave problema.
La mayoría de casos de cáncer de cuello uterino son derivados del VPH. Por lo tanto, el sexo seguro y la vacunación pueden ayudarte a reducir los riesgos.
Existen varios tipos de VPH que causan cáncer y no todos ellos están cubiertos por las vacunas.
Las citologías vaginales también son importantes, incluso si tienes las vacunas contra el VPH.
El cáncer de cuello uterino puede ser muy invasivo y los tratamientos para contrarrestarlo pueden tener efectos muy negativos sobre tu vida sexual y tu fertilidad.
Recuerda siempre que es mejor que conozcas los cambios cervicales de cuerpo a tiempo. ¿Para qué esperar a que se produzcan daños irreversibles?
¿Quieres conocer más? Lee: Cáncer de cuello uterino: origen y prevención
¿Realmente se pueden evitar las ETS?
La única forma infalible de protegerse de las ETS es no teniendo relaciones sexuales. Sin embargo, se podría decir que estas son indispensables para el goce de una vida plena.
Por este motivo es importante que tomes las debidas precauciones para conseguir disfrutar todos los beneficios que el sexo puede darte, reduciendo al mínimo los riesgos y posibilidades de contagiarte de una ETS.
Por último, te aconsejamos que dejes los tabúes atrás y no te avergüences de hacerte las debidas pruebas y ser una persona responsable de tu sexualidad.
Nadie más que tú puede proteger tu cuerpo de las ETS.
Por ello, debes tomar siempre las mejores decisiones tanto para ti mismo como para las personas que te rodean.
Si las precauciones y pruebas de ETS se hicieran con más frecuencia, los casos de contagio de enfermedades de transmisión sexual serían menos habituales.
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